Coronavirus en Perú: ¿Cuál es el impacto psicológico luego del aislamiento?
El estudiante de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte,Samuel Grijalva, indica que uno de los cuadros que más preocupa, debido a la situación reciente, es la depresión.
En el mes de marzo, Perú se declaró en emergencia sanitaria, así como también se estableció el aislamiento social de toda la población debido a la pandemia por el COVID-19. Ello conllevó a medidas cada vez más extremas para poder evitar la circulación de personas en las calles y, por lo tanto, a una sensación de “enclaustramiento”. Incluso, se tuvo que colocar en cuarentena a las familias o personas que vinieron del extranjero, con prioridad a aquellos que procedían de países con altas tasas de contagio, hospedándolos en hoteles sin contacto alguno con el exterior a excepción del personal de servicio que acude tres veces al día a proporcionarle sus alimentos. Por consiguiente, esta situación comienza a tener impacto en la salud mental, lo cual puede ser una gran problemática en el futuro.
Piña-Ferrer (2020) realizó un estudio documental y bibliográfico, donde encontró que uno de los cuadros psicológicos principales que desarrollan las personas en aislamiento debido a una pandemia es el de hipocondría. En sus propias palabras “por el simple hecho de escuchar diferentes tipos de información ya sienten los síntomas y es lo que se denomina hipocondría social”. A su vez, esto debe su causa a distintos factores como: el exceso de información (en conjunto con datos falsos) que proporcionan los medios masivos o las redes sociales, similitudes en los síntomas del coronavirus con otras enfermedades (gripe, resfrío, neumonía, etc.) o agentes internos que hacen más propensa a la persona a creer que está infectado (personalidad, antecedentes psiquiátricos, etc.).
” Por el simple hecho de escuchar diferentes tipos de información ya sienten los síntomas y es lo que se denomina hipocondría social”
Por otro lado, las noticias falsas no solo pueden generar hipocondría social, sino también otros efectos a nivel mental. Duque (2020), en entrevista para el diario El Tiempo de España, comentó lo siguiente: “este tipo de noticias facilita la activación de la respuesta de alarma, aumenta la ansiedad, la preocupación y el miedo, y repercuten en los patrones comportamentales de la población”. Ahora, en el contexto actual esto puede ser alarmante ya que la ansiedad y el miedo ocasionan que las personas adopten conductas negativas, especialmente en el ámbito familiar. Aparecen así, conductas agresivas, pensamientos paranoicos, sentimientos de desesperanza, entre otros, lo que crea un ambiente tenso en el hogar.
En efecto, las consecuencias a nivel de salud mental son muchas, pero uno de los cuadros que más preocupa debido a la situación reciente es la depresión, no solo por el hecho de que se vive con el miedo de contraer un virus que ha infectado a millones de personas con facilidad, sino por la situación económica que se atraviesa en el Perú y el resto del planeta. Miles de personas han perdido sus empleos, otros tantos ven como sus empresas y negocios se vienen abajo con el paso de los días a consecuencia de la casi nula actividad económica y otros no consiguen dinero ni para el alimento diario. Según Kabar (2020), en entrevista con el diario Perú21, “los síntomas de la depresión suelen reconocerse (en la mayoría de casos) por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”, agregando también que “el factor económico futuro juega un papel muy importante en esta situación”. Vivimos una época de incertidumbre, de pérdidas a la que habrá que sobreponerse más adelante.
Rol del psicólogo en la salud mental en tiempos de aislamiento
Por consiguiente, nos preguntamos ¿cuál será la importancia del psicólogo luego del levantamiento del aislamiento social? Abadi (2020), psicólogo de la Universidad Argentina de la Empresa advierte sobre “el aumento del consumo de alcohol, de psicofármacos o de otras sustancias como una manera distorsionada de anestesiar el dolor emocional”. Así también, precisa que «algunas personas pueden persistir en el tiempo con síntomas de ansiedad, miedo, angustia, depresión e insomnio». Todo ello nos indica que habrá una gran demanda de atención psicológica, así como un nuevo reto para los psicólogos del Perú y del mundo que conllevará aplacar los efectos negativos en la salud mental provocados por el aislamiento social, disminuir los prejuicios acerca del COVID-19 y procurar una estabilidad cognitiva, social y emocional a las personas en cualquier área de la psicología.
En conclusión, se vienen tiempos de muchísima labor para el psicólogo peruano, tanto con niños y adolescentes como con adultos. Será trabajo de los especialistas en salud mental tratar el trauma generado por esta crisis, en centros educativos, en organizaciones, en los centros de salud y en las comunidades para así lograr una sociedad que, luego de estos acontecimientos, no será la misma de antes, pero puede ser mejor.